Si bien aún muy lejos de cubrir el anhelado espacio que
reclaman hoy las fuerzas productivas dentro de Cuba, las Cooperativas No
Agropecuarias (CNA) se insertan como una alternativa dentro del incipiente
sector privado cubano, esta vez con personalidad jurídica propia y más
compatible con el término PYMES, que el simple trabajador por cuenta propia
independiente.
En nuestra entrada del mes de marzo titulada “Llegaron las
PYMES cubanas y también sus limitaciones”, se expusieron algunas de las
limitaciones presentes en la legislación de esta nueva forma de asociación económica. En sentido general
hicimos hincapié en las limitaciones en cuanto a contratación de fuerza de
trabajo, las restricciones a la distribución de utilidades, y lo engorroso del
proceso de autorización y constitución de estas organizaciones. No obstante, como
siempre sucede en materia jurídica y fiscal, las CNA presentan también particularidades específicas
que la distinguen de otras fórmulas de emprendimiento privado y que vale la
pena considerar para poder aprovechar sus ventajas.